Asesoría fiscal en Marbella

por Feb 16, 2022Entradas

Asesoría fiscal en Marbella

Marbella es una bonita ciudad de la Costa del Sol, al sur de España, con un clima estupendo durante la mayor parte del año , y con muy buenas infraestructuras y servicios (hoteles, viviendas de lujo, campos de golf, restaurantes..) que la hacen única, y que podría explicar el por qué es la ciudad elegida  por muchos empresarios y extranjeros, con grandes patrimonios, para comprar una vivienda, y residir ya sea de forma vacacional, o de forma permanente.

El sector servicios y la construcción son los dos pilares básicos de la economía local, y entre esos prestadores de servicios se encuentran los abogados y asesores fiscales.

Marketing, y disponer de contactos, son las dos vías principales que tienen los asesores fiscales para captar clientes. Quien mejor sepa manejar estas dos variables, mayor probabilidad tendrá de captarlos, eso es así por cuanto los potenciales clientes no pueden saber de primera mano si dichos profesionales son “los mejores” que podría contratar en la ciudad.

Este artículo va dirigido a cualquier persona o empresario que necesite contratar los servicios de un asesor fiscal en Marbella, y que no se fía de la publicidad existente.

Un buen asesor fiscal es aquel profesional que informa al contribuyente de la mejor alternativa para solventar un problema o cuestión de índole tributaria o fiscal, dando una respuesta o solución al problema dentro de los márgenes que ofrece la ley. Esto es importante señalarlo, “mejor alternativa”, dado que casi siempre existe más de una alternativa viable, y no todos los profesionales están igualmente preparados para ofrecer soluciones.

 Solo los profesionales bien cualificados y formados podrán dar el mejor servicio de asesoramiento fiscal, y en esto no influye para nada que pueda hablar otros idiomas (nota para los extranjeros).

 Lo expuesto anteriormente podemos trasladarlo con un ejemplo:

Imaginemos que un cliente quiere donar un inmueble a su hijo, y pregunta a un asesor fiscal por la incidencia fiscal.

Ese asesor podría contestarle que en Andalucía existen unas bonificaciones muy importantes en el impuesto sobre sucesiones y donaciones, y que prácticamente no tendría que pagar impuesto por dicha donación, y quedarse ahí.

Un buen asesor fiscal, aparte de decirle lo anterior, tendría que advertirle que existen más impuestos involucrados en la operación, como IRPF (posible ganancia patrimonial) que podría tener en la transmisión del inmueble, y también el pago que habría que hacer de plusvalía municipal.

Un excelente asesor fiscal debería informar de lo expuesto en los dos párrafos anteriores, y añadir que en relación al IRPF la posible ganancia patrimonial dependerá del valor que se le va a dar al inmueble, que como mínimo debería ser el nuevo valor de referencia catastral aplicable desde el día 01 de enero de 2.022.

Debemos de tener en cuenta que la profesión de asesor fiscal  “ NO ESTÁ REGULADA LEGALMENTE”. Es decir, no es necesario que el profesional que se autodenomina “asesor fiscal” disponga de título universitario y/o colegiación profesional.

El intrusismo en esta profesión es práctica habitual, y por mi experiencia en este sector un cliente puede encontrarse tres perfiles de profesionales:

  1. El bueno.
  2. El guapo.
  3. El malo

 El bueno.

Suele corresponderse con un profesional que dispone de título universitario, que ha ejercido su profesión anteriormente en otro despacho profesional (bufete de abogados y/o asesoría fiscal) y que dispone de cierto “reconocimiento” entre compañeros de profesión, de trato directo e inmediato.

El guapo.

La principal característica de esta categoría de asesores es que suele ser una persona «con presencia», un comercial puro y duro, los clientes suelen contratar sus servicios por las referencias que le han dado de él, y/o por su “marketing”.

En ocasiones estos profesionales no disponen de titulación universitaria y/o están colegiados, lo cual podría ser un problema, por cuanto existe una mayor probabilidad de que los servicios prestados a sus clientes no sean “los mejores” u óptimos.

 El malo.

Suele corresponderse con un profesional que NO dispone de título universitario (aunque los hay con título), que NO ha ejercido de prácticas durante algunos años en un despacho profesional (los hay que sí han trabajado en otras asesorías) y que podría tener de cierto “reconocimiento” entre los clientes (NUNCA entre compañeros de profesión).

Como podéis comprobar la cuestión de elegir a un asesor fiscal quizás no sea una tarea sencilla, así que voy a dar 2 consejos básicos que deberían ser tenidos en consideración por cualquier persona que quiera contratar los servicios de un asesor fiscal en Marbella:

  • Recomendamos que antes de firmar un contrato de prestación de servicios le requiera para que le muestre pruebas de que dispone de titulación universitaria y/o colegiación, así como del seguro de responsabilidad civil que deberá de tener contratado.
  • Si el asesor no cumple las expectativas, lo mejor es que cambie rápidamente de profesional, por suerte o por desgracia hay muchos asesores fiscales en Marbella.